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En Franconia (Franken) se encuentra una de las once regiones vinícolas de Alemania y sus excelentes vinos son poco conocidos fuera del país. La capital, Würzburg, fue una de las principales ciudades-estado en donde el principe-obispo dejó una gran herencia artística y cultural. La ciudad está dividida en dos por el río Main y la fortaleza de Marienburg la domina desde lo alto. Uno de sus principales monumentos históricos es la catedral de San Kilian, que data del año 1000 y que ha tenido varias extensiones y modificaciones que continuaron hasta el siglo XVIII, por lo que se puede encontrar evidencia de varios periodos arquitectónicos, desde el románico hasta el barroco tardío, pasando por gótico y por el gótico tardío. La Residencia, el edificio principal de la ciudad, fue construido para servir de sede y palacio del príncipe-obispo, puesto que la ciudad fue donada por el Emperador Federico Barbarroja al Obispo de Würzburg “de una vez y para siempre”. Este enorme palacio con grandes salones de estilo barroco nos da idea del esplendor y grandeza de aquella época. La Emperatriz Maria Teresa de Austria, cuando conoció la Residencia, la calificó como “el palacio de palacios”. El gran Salón Imperial (Kaiserhall) y el techo de la escalera monumental están decorados con frescos del Tiépolo, el famoso maestro veneciano de aquel tiempo.

 

La ciudad entró a la modernidad en 1895, cuando Wilhelm Roentgen, uno de sus pobladores, descubrió los Rayos “X”. El 16 de Marzo de 1945, mes y medio antes de que terminara la Segunda Guerra Mundial, la Real Fuerza Aérea bombardeó la ciudad, la cual fue totalmente destruida, incluyendo la Catedral y la Residencia. Hoy en ida, a 50 años de distancia podemos admirar estos grandes monumentos reconstruidos, pero no así el resto de la ciudad, que tuvo que ser edificada nuevamente después de la guerra.

 

Würzburg es la capital de Franconia y además es la capital del comercio vinícola de la región. Existe una famosa Escuela de Viticultura y los vinos de la región tienen un intenso sabor a la tierra de origen, “gout de terroir”, que les confiere una individualidad muy propia. Antiguamente estos vinos eran conocidos con el nombre de “Steinwein” (vino de piedra) por este especial gusto, pero ahora se denominan según su lugar de origen.Además de Würzburg y sus viñedos, existen otras dos subregiones, Maindreieck y Steigerwald, que producen vinos con diferentes cualidades.

 

En Franconia se produce la mayor parte del vino tinto de Alemania, aunque hay otras regiones, como el Baden y el Rheingau, en donde también se fabrican vinos tintos de la uva Spätburgunder, proveniente de la Borgoña. De cualquier manera, los vinos que predominan son los blancos y en esta región la uva Sylvaner logra alturas jamás imaginadas en otras tierras. También se cultivan las cepas Riesling y Müller-Thurgau, además de otras cruzas menos conocidas, como la Kerner y la Bacchus. Estos vinos blancos, muy secos, tienen mucho más parecido a los vinos de Alsacia que a los del resto del país. También se hacen vinos dulces con uvas sobremaduradas cuando el clima lo permite. Otra de las características de los vinos de Franconia es que se envasan en botellas redondas y aplanadas, las llamadas “bocksbeutel” que son parecidas, aunque no iguales, a las que se utilizan en algunos vinos de Portugal, como el Mateus Rosé. Mi amigo de la juventud, el Ing. Rodolfo Albrecht Constant es un conocedor de la región y un promotor de sus vinos.

 

En Franconia se encuentran poblaciones muy hermosas, propias de los cuentos de hadas, que las puede uno describir con el nombre de “ciudades románticas”. Regensburg, Passau y sobre todo Bamberg son poblaciones universitarias, de alrededor de 150,000 habitantes y que tienen todo lo que un individuo pueda desear: comodidades, arte, cultura, arquitectura y …vinos!! Regensburg tiene el palacio de los Príncipes Von Thurn und Taxis, que en el pasado organizaron un servicio postal privado por toda Europa Central, antes de que Inglaterra editara el primer sello postal en 1840. Passau, a orillas del Danubio es una preciosa ciudad, pero mas que ninguna otra, Bamberg es la ciudad mas bella de toda la región, que afortunadamente salió ilesa de la guerra. El afamado Profesor Greúll-Anders, en sus muy gustadas clases de apreciación musical en la ciudad de México, no perdía la oportunidad de elogiar a la Sinfónica de Bamberg y de recomendar a sus oyentes que visitaran la ciudad milenaria que el Emperador Otto II donara a su sobrino el Duque de Bavaria. Su Catedral es una maravilla, con cuatro torres de 80 mts. de altura, y su construcción data del año 1200. En su interior hay muchos tesoros artísticos, entre los que destaca la escultura del Bamberger Reiter (Jinete de Bamberg) y las esculturas de las tumbas del Emperador Heinrich II y su esposa Kunigunda. Caminar por las callejuelas de esta maravillosa ciudad es un verdadero placer. Como curiosidad, en este lugar se fabrica una muy sabrosa cerveza oscura y ahumada, muy popular en la región.

 

Si usted tiene la oportunidad de viajar a Bamberg le sugiero alojarse en el Hotel Romántico Messerschmitt en el número 41 de la Lange Strasse. Es un pequeño hotel de unos cuantos cuartos en donde sus dueños, Otto y Lydia Pschorn le harán su estancia inolvidable. Los cuartos están amueblados con un refinamiento muy alemán y su restaurante ofrece una excelente gastronomía. Para acompañar sus alimentos pida usted una botella de Handthaler Stollberg Bacchus Kabinett y le garantizo que se volverá un aficionado de los vinos de Franconia.

LA REGION DE FRANCONIA

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