EL VINO DE LA SEMANA
El Beaujolais Nouveau
El tercer jueves de Noviembre es una fecha que se espera con alegría. En los bares, cafés y bistros de París se anuncia la aparición del vino nuevo Beaujolais, denominado Beaujolais Primeur o Beaujolais Nouveau.
Antes sólo era esperado en Lyon, la ciudad vecina a los viñedos de la región, pero ahora Amsterdam, Bruselas, Frankfurt, París y New York también quieren disfrutar de este vino que, como el Heuriger de Viena, significa vida nueva, alegría, juventud y disfrute.
Todo mundo está pendiente en la región para adquirir el vino, apenas salido de la bodega, y llevarlo a las diferentes ciudades. Hay aviones listos para llevarlo a Londres y a New York. En México llega con unos días de retraso, pero también es buscado para beberlo lo más joven posible. Hace apenas unas semanas el vino era uvas maduras en el viñedo.
Su fermentación es rápida, generalmente por el método de “maceración carbónica” y no se añeja ni en barrica ni en botella.
Por esta razón hay que consumirlo pronto, dentro de los primeros seis meses, por que no sirve para envejecer. Además, hay que tomarlo fresco; se puede poner unos 15 minutos en una cubeta con agua y hielo. Es un vino que está hecho para beberse, no para tomarlo a sorbos. Es el mejor vino para tomar en una comida al aire libre.
Además de este Beaujolais Nouveau hay otros vinos que también se llaman Beaujolais. Las 9000 hectáreas al sur de Villafranca producen el Beaujolais común. El Beaujolais-Villages se produce al norte de Villafranca, es una región de colinas ondulantes, y es un mejor vino que el anterior. Sus 6000 hectáreas de viñedos están adyacentes y a veces rodean a los diez mejores viñedos de la región, los llamados Crus de Beaujolais que juntos suman una superficie de 5000 hectáreas.
En este lugar los viñedos se adueñan del paisaje. Los suelos arenosos o pedregosos, con base de granito y sin cal, confieren a la cepa Gamay una redondez y profundidad de sabor que no tiene en ninguna otra parte. La graduación mínima de alcohol que deben tener estos vinos es de 10 grados, pero si se venden con el nombre de un viñedo, el mínimo requerido es de un grado más.
El secreto del frescor afrutado del Beaujolais reside en la forma en que la uva Gamay se manipula y fermenta. El método de la “maceración carbónica” consiste en llenar la tina de fermentación con racimos enteros de uvas, con sus raspones, sin aplastar ni dañar. Se produce en el interior de las uvas una fermentación debida a sus propias enzimas, no por las levaduras adheridas a la parte exterior del hollejo. El peso de las uvas aplasta a las que están abajo y entonces se inicia una fermentación normal con sus levaduras naturales. El bióxido de carbono que se produce impide el paso del aire de las capas superiores no aplastadas. Las uvas se alimentan a sí mismas, abriéndose muchas de ellas en el proceso. A los siete días la tina está llena de vino hasta un tercio de su capacidad. Entonces se extrae el líquido y se prensa la parte sólida, mezclándose a continuación los dos productos. En esta fase el mosto contiene aún azúcar sin fermentar, lo que confiere la dulzura y el afrutado del vino. Este procedimiento resulta en vinos de color oscuro, con aromas de plátano, ligeros y sin taninos.
Los diez crus de Beaujolais están considerados como los mejores vinos de la región. Algunos de ellos ya no tienen las características del vino común. Por ejemplo, el Moulin-a-Vent es un vino firme, carnoso, que desarrolla un bouquet parecido al de Borgoña. Este vino está envejecido en pequeñas barricas de roble para reforzar la estructura que le permitirá su conservación. Puede vivir 5 ó 6 años y es un buen acompañante de quesos fuertes. Es el menos beaujolais de los beaujolais. El Brouilly y el Côtes de Brouilly son también vinos vigorosos con un intenso aroma y que se conservan bien en botella. El Chenas es especiado y tiene una producción muy pequeña y el Chiroubles es de los vinos más equilibrados y costosos. El Morgón es de los más longevos y corpulentos de la zona, igual que el Julienas que necesita envejecer dos años antes de tomarlo. El Regnie es el más reciente de los grandes crus, que tradicionalmente habían sido nueve; este es el décimo cru. Por último, los más delicados son el Fleurie, con aroma a violetas, y el Saint-Amour, de nombre muy sugestivo, con delicadeza y dulzor parecidos al Chiroubles.
El Beaujolais está al alcance de cualquiera. No es un vino costoso y es muy fácil de tomar. Acompaña casi a cualquier alimento. Es el vino de batalla en los bistros de Francia. No es un vino que deba guardarse, a menos que sea uno de los diez grandes cru.
Si se adquiere una botella, tenga cuidado de que sea de la cosecha del año, si es el Beaujolais Nouveau y que sea de una cosecha reciente, no más de tres años, si es cualquier otro Beaujolais.